No tener que comunicarse con los
árbitros en ningún momento del partido podría ser lo ideal, pero hay ocasiones
en las que es comprensible que el entrenador quiera una explicación de una
decisión arbitral. El problema viene cuando de una manera inadecuada, debido a
los nervios del partido o a no saber comunicarse con los árbitros, se pide una
explicación o una sanción a una acción del equipo rival. Por ello, es
comprensible que el entrenador se desespere, ya que nadie le ha enseñado a comunicarse
con los árbitros.
Este artículo es la continuación
de “La relación entre árbitros y entrenadores. 1ª Parte: El trato de árbitroscon entrenadores”, la cual aconsejo leer antes para poder entender este
artículo.
Cómo tratar con un árbitro
Si ya decíamos que tratar con un entrenador
podría llegar a ser una odisea, tratar con un árbitro tampoco se podría
considerar más fácil.
Saber qué espera un árbitro de un entrenador nos permite asentar una base
para poder ser atendidos por el equipo arbitral:
- Respeto. Tanto como con los jugadores y entrenadores contrarios como con los árbitros y nosotros mismos.
- Conocimiento de las reglas de competición y del reglamento. Realizar una protesta o una petición de la realización de una regla desactualizada o inexistente, crea una pérdida total de credibilidad al resto de peticiones o protestas realizadas en ese partido por ese entrenador.
- Honestidad. No se debe intentar hacer trampa.
- Confianza en el árbitro. En la mayoría de las situaciones, es el árbitro el que está mejor situado para ver lo que ha ocurrido en la jugada.
- Protesta adecuada. De manera educada, corta y precisa.
- Cooperación. Ayuda con jugadores conflictivos. No "calentar a la grada" contra el árbitro.
No cumplir estos puntos puede
conllevar una situación de conflicto entre el entrenador y el árbitro. Por
ello, es necesario cumplir todos y cada uno de ellos para poder tener una buena
relación con el equipo arbitral. El protocolo que usa un árbitro para poder controlar
una situación de conflicto con un entrenador son:
- Scouting al entrenador: Los árbitros se preparan en el prepartido para saber cómo relacionarse con el entrenador. Si se puede tratar con él, si es comprensivo, colaborador,…
- Aviso: El árbitro deja claro al entrenador que no está teniendo una actitud adecuada y que no va a permitir el incumplimiento de las puntos antes comentados.
- Faltas técnicas: El incumplimiento de las características antes marcadas condiciona la comunicación que se quiera tener tras la falta técnica, ya que otro incumplimiento implica tener que dejar de realizar las funciones de entrenador y abandonar el terreno de juego.
Para poder evitar que esto suceda
debemos saber cómo tratar con un árbitro:
- Tranquilidad: Sobre todo al hablar con él.
- Sin gestos: Solo comunicación verbal.
- No chillar: El árbitro pasa al lado del banquillo unas cien veces por partido. Ya se grita demasiado a los jugadores, no dejarse la voz también con el árbitro.
- Ser precisos: “Por favor, mira pasos de salida del 7.”
- Tener claro qué decir y sí es el momento adecuado. Dos típicos momentos inadecuados son:
- Tras sancionar la primera a nuestro equipo y el equipo contrario ya lleva tiempo en bonus.
- Durante el tiempo muerto.
- No ser repetitivo: Con decirlo una vez, vale.
- Aprovechar la zona de banquillo. Son 9 metros de largo por 2 metros de ancho para moverse y poder trabajar. Colocar el banquillo pegado a la línea de fondo e intentar tener el mayor espacio posible.
- Animarle cuando se equivoca y felicitarle cuando acierta en decisiones sobre nuestro equipo.
🔝Cañete!👏🏽🏀
ResponderEliminar¡¡¡Gracias!!!
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