miércoles, 25 de febrero de 2015

¿Diferencia de criterio o de percepción?

En muchos partidos sucede que un equipo se carga de faltas rápidamente y el contrario hace muy pocas. Esto puede suceder por dos distintos motivos. El motivo más usual es debido al exceso de intensidad y tensión solicitado por el entrenador del equipo más infractor. El menos usual, y del que se suelen apoyar muchos entrenadores para protestar nuestro trabajo, es el cambio de criterio en el control de faltas por parte de los árbitros.

El criterio en el control de faltas es un punto muy importante en el control de partido. Si conseguimos mantener el mismo hasta el final del partido, habremos hecho un criterio justo. Si nos vemos obligados a cambiarlo, significará que nos hemos equivocado en las decisiones tomadas hasta ese momento en el partido.



Un buen criterio en el control de faltas se obtiene a través de la realización de muchos partidos, conociendo bien el reglamento y observando vídeos de situaciones parecidas a las que nos podemos encontrar en nuestros partidos. Debido a esto, no se puede pedir que un árbitro nuevo, ese que arbitra categorías muy bajas, sea capaz de mantener el criterio y solucione todas las situaciones iguales por igual.

Cada vez más, las federaciones hacen hincapié en crear un criterio conjunto a través de visualizar vídeos y hacer exámenes de reglamento para que los árbitros vayan más preparados a los partidos.

Es importante para los árbitros concretar en el pre-partido como será el criterio de faltas a seguir durante todo el partido. Esto nos ayudará a dejar claro cómo queremos que sea el juego y, así no caeremos en pitadas diferentes en jugadas parecidas, lo cual produce confusión a los jugadores y a los entrenadores al no saber si lo están haciendo bien o mal.

Ahora bien, ¿qué pasa si nosotros cumplimos con lo acordado en el pre-partido y aún así se nos protesta por el nivel de faltas que lleva cada equipo? El que un entrenador no sea capaz de ver que el error es suyo en vez de un tercero es más usual de lo que pensamos. Como árbitro, yo siempre opto por intentar hacerle ver que es debido a la diferencia entre los dos equipos en sus ataques y defensas.

Ejemplo de la situación comentada.
Este mismo fin de semana tuve la suerte de tener esta misma situación, donde mi compañero y yo hacíamos un buen trabajo con el criterio pero, el entrenador no lo veía igual. En el descanso, me lo comentó y le dejé claro que no era culpa nuestra que su excesivo nivel de faltas fuera tan alto comparado con el del contrario. Al final del partido, él mismo se me acercó y, tras felicitarnos por nuestro trabajo, me dio la razón diciéndome que el nivel de estrés de sus jugadoras era excesivo en esos momentos. Yo no le dije cual era el error que estaba sufriendo su equipo pero este entrenador fue capaz de verlo y de eliminarlo para poder ganar el partido.
 














1 comentario:

  1. Está claro que nadie es infalible y todos hemos cometido errores alguna vez, pero hay algo que en muchas ocasiones los entrenadores, jugadores y espectadores de la grada obvian y es que detrás de los árbitros que actúan en cada partido hay muchas horas de trabajo y esfuerzo como tu comentas a través de exámenes, videos, formación y partidos.

    ResponderEliminar